La sangre es un tejido líquido, que pese a los avances tecnológicos del mundo, actual aún no puede ser fabricada. Lo preocupante es que en Chile existe un déficit de 80 mil donaciones de este vital elemento por año, eso considerando que por ejemplo, para tratar a una persona que ha sufrido un accidente de tránsito se requieren al menos 3 litros de sangre, que equivalen a unas 10 personas que deben donar.

Una compleja realidad que está en sus manos cambiar, y es que cada vez que dona sangre puede salvar al menos 3 vidas. Vidas como la de Fabián Arancibia, quien a sus 32 años, sigue en pie completamente sano gracias a la donación voluntaria. “Cuando tenía 19 años se me diagnosticó una enfermedad que se llama aplasia medular severa que es una falta de producción de sangre y me vi en la necesidad de requerirla para mi tratamiento. En una palabra, para mí la donación es vida, uno puede tener todo, pero esto es algo que no se puede comprar”, expresó.

Si bien en el país la donación ha crecido lentamente, aún no se alcanza el mínimo propuesto por la Organización Mundial de la Salud de 20 donaciones por cada 1.000 habitantes. En la Región de Coquimbo sí se cumple con este requerimiento, sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer en cuanto a la donación voluntaria. Lo que se puede graficar en que de las 3.861 donaciones que hubo en 2018 en el Hospital de La Serena, sólo 448 fueron altruistas.

Al respecto, Edgardo González, Director (S) del Servicio de Salud Coquimbo, indicó que “muchas veces observamos en nuestros hospitales la falta de sangre y sus derivados y componentes. Es por eso, que creemos que esta sociedad tiene que ser mucho más solidaria y concientizar en que donar puede salvar muchas vidas,nos puede tocar a todos algún día. Entonces, tener donantes por reposición y altruistas, nos va asegurar dar una respuesta a las demandas que tienen los establecimientos de salud”.   

Cada vez que una persona dona, entrega sólo 450 ml de su sangre, considerando que un adulto tiene entre 4,5 y 6,0 litros disponibles en su cuerpo.En el proceso se extraen glóbulos rojos, plasma y plaquetas, que se transfunden a diferentes enfermos en función de sus necesidades.

La donación empieza por casa:

En la comuna porteña el Hospital de Coquimbo enfocó su campaña en la solidaridad de sus propios funcionarios, quienes desde muy temprano, hicieron un alto en sus funciones para colaborar de una manera distinta con sus usuarios. Rodrigo Carvajal, Jefe del Banco de Sangre del Hospital de Coquimbo, sostuvo que “hoy nuestra campaña estuvo enfocada en nuestros propios funcionarios, para que se acerquen a donar sangre y demostrar que no sólo esperamos donaciones de los pacientes, sino que también de nuestros propios trabajadores que influyen harto en nuestro stock y que es importante que se motiven para también motivar a la gente”

GidGet Sir, encargada de la Unidad de Relaciones Laborales, fue una de las primeras funcionarias que se acercó al Bando de Sangre para ser parte de la campaña “Sigamos Salvando Vida”.

“Se sume inmediatamente a esta iniciativa, porque es una bonita forma de poder ayudar a tres personas, sabiendo que la sangre dona vida.  Todos debiesen motivarse en ayudar a nuestros pacientes que están hospitalizados”.

Otros de los funcionarios, que aceptó la invitación fue Cristian Faure, de la Unidad de Equipos Médicos, quien desde hace algunas semanas estaba analizando la posibilidad de ir a donar y así poder ayudar a aquellos pacientes que se encuentran en estado crítico.