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13 de julio de 2019

Centro Amancay entrega reconocimiento a sus primeros pacientes

Durante 6 meses recibieron atención ambulatoria, integral e interdisciplinaria, lo que les permitió mejorar su calidad de vida y detener la progresividad de la enfermedad. Además, se le enseñó a su entorno familiar como cuidar a una persona con demencia

 

La demencia es una de las patologías más frecuentes que aquejan a los adultos mayores. Esta se asocia a discapacidad, dependencia y morbimortalidad, por ello resulta vital un diagnóstico oportuno y educar al núcleo familiar sobre esta enfermedad.

Esta labor es la que está realizando el Centro de Apoyo Comunitario para personas con demencia, “Amancay” de Coquimbo, el primer recinto de este tipo ubicado en el norte de Chile. Desde su creación, el 1 de febrero del 2018, han atendido a más de 100 pacientes derivados de la Atención Primaria de Salud.

De este total 14 de ellos recibieron su certificado de egreso. Son pacientes que durante 6 meses recibieron atención ambulatoria, integral e interdisciplinaria, lo que les permitió mejorar su calidad de vida y detener la progresividad de la enfermedad (demencia).

“Trabajamos de forma individualizada tanto con nuestros pacientes como con sus cuidadores. Porque es importante que ellos entiendan que la demencia es una patología progresiva. Les enseñamos cuales son las rutinas que deben realizar cotidianamente para que no avance tan rápido la enfermedad. Además, de proporcionarles atenciones médicas con nuestro psiquiatra y geriatra y con los otros profesionales de la salud”, señaló Noemi Pol, coordinadora Centro de Demencia Amancay.

Junto con ello, la profesional explica que cada uno de los pacientes egresados continuará recibiendo atención médica en sus centros de salud. “Ellos seguirán manteniendo el ritmo de los talles y chequeos médicos”.

La demencia es una condición adquirida y crónica, caracterizada por un deterioro de diversas funciones cerebrales, sin distinción de sexo y situación económica, que se acompaña de síntomas cognitivos, psicológicos y cambios conductuales. Estos síntomas repercuten en la capacidad de las personas para llevar a cabo sus actividades habituales, pudiendo requerir apoyo de terceros e incluso comprometer su autonomía y participación familiar y social. Esta situación genera, dificultades en la relación con el medio social y estigma, lo que conduce a la exclusión de las personas afectadas de las instancias de participación social cotidiana y conlleva a un mayor nivel de aislamiento y fragilidad, lo que también afecta la calidad de vida de los familiares/cuidadores.

Es por ello, que otras de las líneas de acción del centro es brindarle atención y educar al entorno más cercano del paciente, especialmente sus cuidadores. Para ello en el centro trabajan 14 funcionarios colaboradores: médicos especialistas (psiquiatra y geriatra), terapeutas ocupacionales, neuropsicólogo, trabajadora social, kinesióloga, enfermera, técnicos de enfermería y auxiliares de apoyo. “Es necesario que ellos tengan las herramientas apropiadas para el cuidado de un paciente con demencia y que entiendan su progresividad y como ayudarlos”, señaló la coordinadora.

Oriana Barraza, nos comenta que desde hace cinco años que su madre Maria Aguirre (84 años) comenzó a presentar los síntomas de la demencia. Situación que le provocó en reiteradas oportunidades momentos de angustia y estrés por no saber como atenderla y ayudarla. “Sin embargo, desde que llegamos al centro, este se ha transformado en una gran ayuda. Nos ha dado pautas para poder atenderlos y entenderlos, porque a veces uno colapsa por falta de herramientas. Aprendí sobre la enfermedad y cómo reaccionar ante posibles cuadros”.

La demencia afecta a la memoria, el pensamiento, la orientación, la comprensión, el cálculo, la capacidad de aprendizaje, el lenguaje y el juicio. Si bien, no existen datos claros epidemiológicos en relación a la demencia, con los resultados del Estudio Nacional de Dependencia y en la Encuesta Nacional de Salud, se podría estimar que la prevalencia de la enfermedad del Alzheimer sobre los 60 años es del 3% y sobre los 80 años sobrepasa el 40%.