
Aumento de camas críticas para pacientes no COVID-19

El objetivo es entregar atención a usuarios que requieran una cama posterior a cirugías de mayor complejidad.
Debido al contexto de pandemia y al nivel de ocupación de camas criticas por pacientes sospechosos o confirmados con COVID-19, el hospital San Pablo de Coquimbo implementó una serie de estrategias para aumentar la disponibilidad de camas de UTI y UCI. Este incremento se vio reflejado en la Unidad de Paciente Crítico y la habilitación y reconversión de camas fuera de esta dependencia.
Es así que para contener la demanda habitual de pacientes no COVID que requerían una cama UCI o UTI posterior a una cirugía, se implementó la Unidad de Paciente Crítico Quirúrgico, la que tiene como objetivo “absorber a todo paciente con cirugía programada que posterior a esta requiera de una cama crítica, lo que representa habitualmente cerca de un 50% del total de ocupación de camas críticas del hospital” indicó la Dra. Ana Farías Directora (S) del recinto.
A pesar del aumento de cupos en la Unidad de Paciente Crítico, la que pasó de 8 a 20 camas UCI, la reconversión de camas en la UCI Pediátrica y el apoyo de la Clínica Elqui, se estimó necesario fortalecer el soporte de cuidados y atención a este tipo de pacientes. Para ello se dispuso de 5 nuevas camas, las que por ahora funcionan en una marcha blanca recibiendo pacientes directo desde el pabellón especialmente aquellos intervenidos por “tumores cerebrales, aneurismas cerebrales, cirugía abdominal mayor por cáncer, entre otras y que requieren cuidados intensivos o intermedios” precisó el Dr. Carlos Castillo, médico encargado de la unidad.
El facultativo indicó además que, de ser necesario, la unidad podría recibir pacientes críticos no quirúrgicos que la UPC Adultos no pueda ingresar en caso de verse limitada su capacidad por demanda, lo que por ahora no sucede.
Castillo agregó que “hasta el momento hemos tenido una ocupación entre el 25 al 50% de lo presupuestado, donde se han atendido pacientes postoperados de cirugías neurológicas y neuroquirúrgicas”.
Leticia Sagüez, enfermera encargada de la unidad sostiene que, para iniciar el trabajo, se conformaron equipos con funcionarios de diversos servicios del hospital, fundamentalmente del área de postoperados de pabellón central y del servicio de Cirugía, así también de personal con experiencia en unidades de paciente crítico. “Esto ha permitido conformar turnos de 12 horas para enfermeras, TENS, kinesiólogos y auxiliares, además de turnos de 24 horas de personal médico”.
Aunque se continua en marcha blanca, Sagüez precisa que “comenzamos atendiendo pacientes que no son tan complejos, pero hemos ido escalando de a poco en la complejidad de estos, lo que va de la mano con la motivación del personal y la capacitación constante a la que se comprometen, sumado al apoyo técnico de la UPC Adultos.”
La conformación de la unidad no solo responde a la contingencia, sino que también a la alta demanda que desde siempre ha existido por cirugías, procedimientos y cuidados a pacientes de especialmente en las áreas de neurocirugía y traumatología ya que el recinto es referente para toda la región de Coquimbo y de Atacama. Así también se suma la necesidad de contar con cupos para pacientes que ingresan desde urgencia graves o de riesgo vital que conllevan resorte quirúrgico, tratamientos y de cuidados intensivos.
Es por esto que el hospital pretende poder mantener en el tiempo el aumento de camas criticas ya efectuado “no debemos retroceder a las camas críticas que teníamos antes del inicio de la pandemia, sino que más bien tenemos que mantener las implementadas ya que además esto implicó un aumento en recurso humano y en equipamiento médico, como son sobre todo los ventiladores mecánicos, los cuales han ido llegando desde el Ministerio de Salud a través de la coordinación centralizada del Servicio de Salud Coquimbo y los adquiridos por nuestro hospital” puntualizó la Dra. Ana Farías.