Centro OASIS Nuevo Aire
En este centro de medicina complementaria habilitado al interior del hospital, nueve profesionales otorgan prestaciones terapéuticas de kinesioterapia, quiropraxia, acupuntura, masoterapia, reiki y terapia floral, beneficiando a 90 funcionarios diariamente.
La pandemia por COVID-19 se ha convertido en una crisis sanitaria con repercusiones multidimensionales que ha afectado de sobremanera a toda la población. En este sentido, los nuevos desafíos para adaptarse de forma inmediata al escenario sanitario actual, además del sobre esfuerzo para dar respuesta al aumento de la demanda de pacientes ha tenido un impacto negativo en el bienestar biopsicosocial de los funcionarios de la salud.
Es por esta razón que el Hospital San Pablo de Coquimbo ha impulsado la iniciativa pionera en nuestra región denominada OASIS Nuevo Aire. Este proyecto se plantea como un espacio para la promoción de la salud mental y prevención del desgaste individual mediante terapias complementarias, las cuales buscan la reparación física, mental, emocional y social de los funcionarios del recinto de salud porteño.
Al respecto, Nicolás Guerra, psicólogo clínico del Hospital de Coquimbo señala que “esta pandemia ha impactado mucho en los funcionarios de nuestro hospital. Hay un desgaste grande en los trabajadores, pero también hay un compromiso aún mayor y esto habla muy bien de ellos. La entrega y compromiso que ponen día a día, donde cada uno se ha esforzado mucho, incluso ha llegado a niveles donde se han sobrepasado sus propios limites y es en ese aspecto donde hay que cuidarlos”.
Este OASIS se encuentra inserto en las dependencias del hospital, pero alejado de las zonas de alto tráfico de personas, con el fin de fortalecer la percepción de un espacio de autocuidado durante las extenuantes jornadas laborales a las que se ha visto enfrentado todo el personal clínico y no clínico. “Como funcionarios del área de la salud estamos exigidos al máximo y es dentro de los mismos equipos de trabajo desde donde nace este proyecto. Hemos tenido una excelente respuesta de nuestros funcionarios y estamos buscando cómo hacernos cargo de esta necesidad urgente de trabajar en la salud mental como un apoyo y estímulo para enfrentar día a día esta pandemia”, enfatizó Germán Lopez, director del Hospital de Coquimbo.
Por su parte, Edgardo González, director (s) Servicio de Salud Coquimbo destacó de la iniciativa “el cariño con el que se hizo esto, el diseño inteligente pensando en un usuario interno, cuidando la imagen y la tecnología de reservar su hora y sentirlo como algo propio que la institución les ofrece, con una atención altamente profesionalizada con terapias complementarias, que son parte de la medicina integrativa. En el poco tiempo que llevan funcionando me parece que es una intervención muy exitosa que hay que apoyarla y extenderla a la red de salud. El llegar antes de que exista una indicación ministerial da cuenta de la sensibilidad que existe respecto de lo que está pasando con nuestros trabajadores”.
Un proyecto para sanar
Durante más de un año la Unidad de Relaciones Laborales del Hospital de Coquimbo ha centrado sus esfuerzos en realizar un activo acompañamiento a los trabajadores del recinto de salud con el fin de visualizar y transmitir sus necesidades. Desde estos relatos surge la concreción de este centro de medicina complementaria enfocada a su bienestar biopsicosocial.
A una semana del inicio de esta iniciativa, se han realizado 450 atenciones. El centro cuenta con nueve profesionales que otorgan prestaciones terapéuticas de kinesioterapia, quiropraxia, acupuntura, masoterapia, reiki y flores de Bach, a los funcionarios según sus preferencias y necesidades y, que beneficiarán a 90 funcionarios de manera diaria. “Nuestro funcionario san pablino tiene mucha herencia de lo que es la terapia alternativa y la percepción que tienen en este momento es que los estamos compensando por todo el esfuerzo que ellos han hecho durante un año de pandemia”, expresó Paloma Honores, psicóloga de la Unidad de Relaciones Laborales del hospital.
Los principales beneficiarios de este proyecto pionero en la región de Coquimbo, también expresaron su sentir ante esta preocupación por su propia salud, así lo manifestó Monica Galleguillos, enfermera Unidad Paciente Crítico pediátrico “esta es una excelente iniciativa pensada en el bienestar del funcionario en el contexto que estamos viviendo y de los desafíos que nos ha tocado enfrentar, sobre todo como unidad donde tenemos también que atender pacientes adultos críticamente enfermos. Esta iniciativa trae muchos beneficios que esperamos se prolongue en el tiempo. Es sumamente necesario en este momento para la mayoría de los funcionarios que ya están cansados, que están agotados y que necesitan este regalo tan necesario”.