Enemigo silencioso: hipertensión continúa siendo el principal factor de riesgo para sufrir una enfermedad cardiovascular
Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en el país, representando cerca del 23% de todas las defunciones.
Cada 17 de mayo se conmemora el Día de la Hipertensión Arterial, una fecha ideal para concientizar a las personas sobre esta enfermedad que en Chile continúa siendo la primera causa de muerte, y que actualmente afecta a un 27,6% de la población.
Las cifras tampoco son muy alentadoras en la Región de Coquimbo. De los cerca de 86 mil pacientes que se atienden en la Atención Primaria de Salud, existe un 34% de hipertensos compensados, y un 8.3% muy descompensado. Es por ello que la hipertensión arterial es uno de los principales factores de riesgo modificables de la enfermedad cardiovascular que se debe visibilizar y prevenir.
La hipertensión es una enfermedad común que afecta a las arterias del cuerpo. Al tener presión arterial alta, la fuerza constante que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias puede dañar los vasos sanguíneos y aumentar el riesgo de problemas de salud como: infartos cardíacos, enfermedad cardíaca hipertensiva (engrosamiento corazón), daños renales, retinopatías y accidentes cerebrovasculares. Es como si las tuberías de una casa tuvieran demasiada presión de agua, lo que eventualmente puede causar daños.
Para el Dr. Francisco Santander, médico internista y nefrólogo del Hospital San Pablo de Coquimbo, “es una enfermedad donde las cifras de la presión arterial se elevan por encima de lo normal. Se define normalidad hasta 139/89 mmHg, de hecho, se entiende por pre hipertensión por encima de 129/79 mmHg. Entonces por encima de esos rangos, ya se puede decir que la persona padece en algún grado la enfermedad”.
La mayoría de personas hipertensas no tienen síntomas, aunque la tensión arterial muy alta puede causar dolor de cabeza, visión borrosa, dolor en el pecho, entre otras señales. Se trata de una enfermedad silenciosa, pero que se puede tratar y controlar. Así lo explica el Dr. Santander. “Yo les sugiero a todos que se tomen la presión de manera rutinaria. Como cuando uno lleva el auto a la revisión técnica cada año. Las personas deben hacer lo mismo al menos una vez por año. Porque el día que uno sienta síntomas como disminución de agudeza visual o dolor torácico, es porque el daño ya está hecho”.
Similar llamado es que hace el Dr. Andrés Cifuentes Tapia, médico asesor de la Subdirección de Atención Primaria del Servicio de Salud Coquimbo, quien emplaza a la comunidad a realizarse el examen de medicina preventiva (EMP) en el CESFAM donde se encuentren inscritos. “Llamamos a la población a que puedan acudir a los centros de salud para el control de la hipertensión arterial, para la detección precoz de la hipertensión y para que se realicen los exámenes médicos preventivos. Recordar que nuestra atención primaria es la puerta de entrada para poder detectar estas enfermedades cardiovasculares crónicas”, expresó el facultativo.
Prevenir antes que lamentar
La hipertensión es una enfermedad multifactorial, aunque tiene una base genética. Si hay antecedentes familiares, hay una mayor probabilidad de ser hipertenso. Sin embargo, hay otros factores de riesgo a considerar como: ser mayor de 45 años, tener obesidad, diabetes y/o fumar.
Los hábitos de vida saludables son la llave para controlar la hipertensión según Camila Castro, nutricionista Hospital San Pablo de Coquimbo. “Es crucial para la prevención tener un enfoque integral. Es decir, tomar un rol activo en la prevención de esta patología crónica no transmisible. Para ello es necesario concientizar acerca de la importancia de tener hábitos saludables instaurados, es un trabajo que se da día a día para lograr estos beneficios en la prevención de la enfermedad, pero no solo para la hipertensión, sino para la diabetes y salud mental”, comenta la profesional.
En ese sentido, Castro expone como prioridades: reducir ingesta de sal, especialmente en alimentos procesados y enlatados que suelen ser ricos en sodio, además de evitar grasas saturadas y trans; aumentar ingesta de fibra, limitar el consumo de alcohol y realizar actividad física de forma periódica.
Al seguir estas recomendaciones nutricionales y adoptar un estilo de vida saludable, se podrá reducir el riesgo de desarrollar hipertensión y promover una buena salud cardiovascular.