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7 de octubre de 2014

Primer Procuramiento del año en la Región de Coquimbo se efectúa en el Hospital San Pablo

Pesar causo en la familia, la muerte de una paciente de 44 años que tras sufrir un aneurisma cerebral, le fue diagnosticada su muerte encefálica, luego de todos los esfuerzo realizados por el personal de la Unidad de Paciente Crítico Adulto del Hospital San Pablo de Coquimbo.

Pero esta pérdida humana que causó hondo sufrimiento en la familia y cercanos, significó para Michael Olguín esposo de la paciente fallecida, una oportunidad de hacer cumplir la voluntad de su ser querido. En vida, ambos se prometieron que quien dejase primero de existir, se encargaría de manifestar al personal de salud el deseo de donar sus órganos. Esta promesa finalmente se cumplía, según cuenta Olguín ya que “este era un pacto indeleble que teníamos, situación que incluso la noche anterior (a su fallecimiento) conversamos y estábamos recordando que teníamos este pacto, que el primero que llegue a esta instancia, el otro tenía que firmar sin negarse, porque era la voluntad del que no podía hablar”.

El Procedimiento realizado se llama procuramiento de órganos y se realiza luego de que el equipo médico tratante del paciente, comunica a la Unidad de Procuramiento que se está en presencia de un paciente fallecido con posibilidad de donar sus órganos, cuestión que entre otras cosas, debe estar en conocimiento y aprobación de la familia para que siga el protocolo correspondiente. Este procedimiento indica alertar a la coordinación central en el Ministerio de Salud, quien debe gestionar que en el menor tiempo posible, especialistas de Santiago acudan al hospital involucrado a realizar el procuramiento, entre otros aspectos a coordinar.

Para Michael Olguín esta posibilidad de donar órganos era fundamental aprovecharla ya que según relata “siempre se dice que las tasas de donaciones son bajas, que las listas de esperas son gigantes y por lo mismo me dieron más ganas de cumplir la voluntad de mi esposa”. Olguín agrega además que “después de informar al médico y enfermera de la voluntad de mi señora concluimos que era muchísimo mejor que gente que lo necesitaba recibiera partes fundamentales del sistema para que su cuerpo siguiera viviendo… era regalar vida”.

Para la familia de la paciente fallecida, la pérdida de su ser querido significó mirar desde otro punto de vista la muerte y en palabras del marido de la paciente “esta situación (donar órganos) le baja mucho la carga a la perdida, el saber que estamos ayudando a que una o varias personas fueran favorecidas con estos órganos es maravilloso… pensar que de un cuerpo  una o más personas puedan recuperar la vida es esperanzador y le devuelve la gracia y la fe a la gente al fin y al cabo”.

Para el Dr. Enrique Montalva Hernández Director Del Hospital San Pablo de Coquimbo, esta oportunidad “la autorización entregada por la familia para realizar el procuramiento nos permite garantizar la continuidad de varias otras vidas favorecidas por esta noble labor de la donación de órganos”. El facultativo además agregó que “el trabajo realizado por el equipo de salud es loable pero que aún nos queda seguir trabajando en la concientización de la comunidad de hacer prevalecer la vida en otras personas que pueden ser los receptores de estos órganos”.

Respecto de los órganos procurados, estos fueron enviados a Santiago siendo trasplantados de manera exitosa 3 personas, que se beneficiaron de este acto altruista de vida.

 

 

 

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