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4 de junio de 2020

Radiografía al funcionamiento de la Unidad de Pacientes Críticos

En el hospital de Coquimbo trabajan 132  funcionarios de diferentes disciplinas como trabajan en la UCI

 

En estas últimas semanas, el número de ventiladores mecánicos, de camas UCI y el personal clínico ha sido uno de los temas de conversación más recurrentes. Sin embargo, poco se sabe sobre el rol y el funcionamiento de la Unidad de Paciente Crítico (UPC).

Esta se compone por la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y la Unidad de Tratamientos Intermedios (UTI), que contribuyen a aumentar la probabilidad de supervivencia y recuperabilidad de los pacientes graves.

Si bien, durante estas últimas semanas el trabajo ha sido más intenso debido al aumento de casos graves por contagio de coronavirus, el doctor Héctor Ugarte, jefe médico intensivista de la UPC del hospital de Coquimbo señala que para ellos “el escenario no es tan distinto. Es el mismo paciente grave producto de una neumonía por neumococo o virus influenza (contagiosa). En que cambia, en que es más contagioso, pero las medidas de protección personal son las mismas que tomamos para otros pacientes, la atención es similar a la que brindamos. Si podría señalar, que el manejo médico tiene matices distintos”.

¿Pero, quiénes ingresan a la UCI? “Todos aquellos pacientes que requieran de una vigilancia intensiva, un monitoreo riguroso que no se puede dar en otra estructura o unidad del hospital. Eso está dado por la gravedad, que puede comprometer uno o varios sistemas del cuerpo (circulatorio, respiratorio, renal, etc.)”, explica el médico intensivista.

Además, agrega, deben cumplir con dos condiciones: que la enfermedad sea reversible o recuperable y que necesite un apoyo invasivo como es el ventilador mecánico con un monitoreo circulatorio invasivo. En la UTI son los mismo criterios de ingresos sólo que aquí no se requiere de monitoreo tan invasivos.

 Equipo multidisciplinario

Por tratarse de pacientes que están en estado crítico, debido a que tienen patologías graves, de alta complejidad y que ponen en riesgo su vida se necesita de profesionales con un gran nivel de conocimientos y capacitados en tratamientos y monitoreo invasivos.

El jefe médico de la UPC explica que “esta debe ser dirigida por médicos con la especialidad de medicina intensiva. La formación es bastante prolongada y existen muy pocos intensivistas reconocidos en el país. También es recomendable que sean médicos de medicina interna, especialistas en enfermedades del adulto, pero con capacitación en cuidados intensivos”.

En el hospital de Coquimbo, la UCI está compuesta por un equipo de humano de 132 personas entre enfermeras capacitadas exclusivamente para el cuidado de pacientes críticos, técnicos en enfermería, kinesiólogos, fonoaudiólogos, terapeutas ocupacionales, nutricionistas, psicólogos, químico farmacéuticos, auxiliares de servicios y secretaria.

Cada uno de ellos son profesionales altamente capacitados para brindar una atención continua, oportuna y permanente. Para asegurar el funcionamiento  durante las 24 horas del día, se cuenta con dos o tres médicos, de jornada.

Cada uno de los profesionales cumple un rol clave en la recuperación del paciente. Felipe Jiménez,  fonoaudiólogo de la UCI, explica que debido a la alta incidencia de trastornos de la deglución (dificultad en el proceso de alimentación), ya sea por ventilación mecánica prolongada, traqueotomía o intubación orotraqueal, que generan una disminución en la protección de la vía área aumentado el riesgo de neumonía por aspiración, es necesaria la intervención de ellos, quienes se encargan de “la prevención y rehabilitación fonoaudiologica de los pacientes de la UCI. Y, ahora, en el contacto de la pandemia, implementaremos la estrategia para facilitar la comunicación en personas con vía área artificial (traqueotomía)”.

A diferencia de otras unidades clínicas, en la UCI una enfermera debiera ver de dos a tres pacientes. Mientras que el médico puede llegar a ver hasta seis. En la UTI la situación es un poco distinta, ya que los médicos pueden llegar a ver hasta 12 pacientes al día.  

Dependiendo de la gravedad de la persona el equipo de profesionales se toma mínimo una hora en evaluar a cada caso, para poder otorgarle una correcta y oportuna atención a las personas.

“En estos momentos, debido a la pandemia y al aumento de camas, cada turno está compuesto por siete enfermeras y siete paramédicos, más 3 auxiliares de servicios. Estos últimos,  cumple un rol muy importante  dentro del equipo, porque apoya cuando tenemos que llevar a pacientes a pabellón o imagenologia. Al ser casos complejo, se necesita de un gran equipo para no descuidar la vigilancia y el monitoreo”, indicó Alejandra Gaete, enfermera jefe de la UCI.

Junto con ello, explicó que la enfermera está a cargo de la gestión del cuidado del enfermo, programación de actividades, de ejecutar las indicaciones médicas, de vigilar al paciente y de evaluarlo constantemente, mientras que el técnico paramédico  se preocupa del aseo y confort del paciente, de prevención de algunos eventos adversos y asiste procedimientos tanto de enfermería como médicos. “Todos son una pieza clave en el proceso de recuperación”.

Equipos médicos especializados

Uno de los principales requisito para el funcionamiento de la UCI y habilitación de nuevas camas es que cada una de ellas debe poseer un monitor, que es un dispositivo que está en la cabecera del paciente en la cual están todos sus signos vitales, que son el trazado electrocardiográfico, la saturación (oxigenación) y la presión arterial.  

Además, estas unidades deben tener una central de monitoreo en la estación de enfermería, donde en una pantalla se pueden vigilar los signos vitales de todos los pacientes, “por si hay un evento como arritmia o parocardiorespiratorio”.

Además, debe haber ventiladores mecánicos  invasivo y no invasivos. El primero de ellos permite que los pacientes en situaciones más críticas puedan respirar a través de un tubo que se coloca en la garganta, mientras que los no invasivos, que ayuda a respirar mediante una mascarilla.

Junto con ello, Ugarte explica que necesariamente en la UCI debe haber bombas de infusión, que son maquinas que permiten programar  la suministración de  medicamentos y se evita inyectarlos mediante jeringas.

 

Fuente: Diario El Día: http://www.diarioeldia.cl/region/radiografia-unidad-pacientes-criticos-hospital-coquimbo